miércoles, 17 de octubre de 2007

Haití

Movilizaciones callejeras y actividades de información frente al avance del EPA

PAPDA y otros miembros de Jubileo Sur en Haití se están movilizando durante esta Semana de Acción en torno a la relación entre Deudas, IFIs, Comercio y Privatizaciones. El propuesto Acuerdo de Asociación Económica (EPA, por sus siglas en inglés) entre la Unión Europea y 16 naciones caribeñas tendría un impacto particularmente devastador sobre la mayoría de una población rural ya empobrecida. La anulación de la deuda y la reparación de las deudas históricas, sociales y ecológicas que se le deben al pueblo de Haití serían un avance mucho mayor hacia el cumplimiento de los derechos humanos y ambientales fundamentales del pueblo haitiano.




Enfrentando la amenaza del EPA
Por Charles Arthur(LAP, 17 de Octubre, 2007)




Grupos de derechos humanos instan al gobierno a salirse del pacto comercial con la Unión Europea Latin America Press (LAP) es producida por Noticias Aliadas – información independiente, de Latinoamérica y el Caribe para el mundo.
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Organizaciones de desarrollo y derechos humanos haitianos están haciendo campaña contra la firma de un nuevo tratado comercial con la Unión Europea (UE) que dicen se convertirá en otro golpe contra la economía ya enferma del país.

Un Acuerdo de Asociación Económica (EPA) entre la UE y las 16 naciones caribeñas agrupadas en el CARIFORUM está programado para firmarse para fines de este año.

El gobierno de Haití está listo para firmar, pero las organizaciones haitianas, incluyendo las que representan a los campesinos agricultores, dicen que el acuerdo “que eliminará los aranceles sobre los bienes comerciados entre las naciones firmantes”, destruirá el sector agrícola del país que provee medios de vida para casi 2/3 de los 8 millones de habitantes.

Los y las activistas recalcan que la economía haitiana necesita más, y no menos protección.

La UE ha estado negociando estos acuerdos comerciales durante 5 años con grupos mayormente pertenecientes a ex colonias europeas en África, el Caribe y Asia. Los EPAs reemplazarían la estructura comercial existente, la Convención Cotonou, que vence el 31 de diciembre de este año. Los negociadores de la UE dicen que los acuerdos ayudarán a estos países a desarrollar sus economías (muchas de las cuales dependen de la exportación de materias primas básicas) y que ayudarán a fomentar los mercados regionales atrayendo inversiones extranjeras.


Pero una coalición formada recientemente por 9 organizaciones haitianas, Bare APE (Bloquear el EPA, en creol), está en desacuerdo. El 26 de septiembre, la coalición que incluye al movimiento campesino Tèt Kole, y la Plataforma por un Desarrollo Alternativo (PAPDA), lanzó una campaña de marchas, talleres y reuniones con entidades gubernamentales y organizaciones internacionales.

“Esta movilización le permitirá a varios sectores de nuestra nación continuar estudiando la mejor forma de lograr un desarrollo alternativo y sustentable, protegiendo los sectores vitales de la producción nacional e impidiendo a la Unión Europea hipotecar las posibilidades de desarrollo del país”, dijo la Coalición BARE EPA en una declaración el día anterior al lanzamiento de la campaña.

Uno de los principales impulsores de la campaña es Camille Chalmers, director de la Plataforma por un Desarrollo Alternativo (PAPDA). Señala el caso del arroz, la dieta básica de la mayoría de los haitianos, y dice que la reducción de los aranceles de protección al arroz importado y la falta de protección estatal para los productores en décadas recientes ya han cobrado sus víctimas.

Dijo que Haití era autosuficiente en materia de alimentación hasta 1972. “En 1985 produjimos 123.000 toneladas métricas de arroz, pero los últimos datos de 2006 indican que produjimos solamente 66.000 toneladas e importamos 342.000… Estamos en una situación escandalosa. Haití, el país más pobre del Continente Americano es uno de los 4 principales importadores de arroz de los Estados Unidos. Si esta tendencia continua vamos a ser testigos de la desaparición de la producción de arroz, y 120.000 personas quedarán desempleadas.”

Otro crítico del EPA propuesto, es Jean-Baptiste Charles, el director del programa de producción láctea de la organización Veterimed que ayuda a los campesinos a mejorar la producción. El programa de producción láctea de Veterimed ha revitalizado la producción de leche, pero Charles lamenta el hecho de que “teóricamente tenemos leche suficiente para proveer a la demanda nacional, sin embargo continuamos importando leche a un costo de alrededor de U$S 30 millones por año.”

Charles dice que su organización ve a los países industrializados subsidiando a sus productores y luego sus productos más baratos invaden los mercados de países como Haití. El resultado es que los productores haitianos se ven forzados fuera del negocio.
Mirando cuatro sectores básicos de la producción agropecuaria haitiana: caña de azúcar, arroz, pollos y huevos, estimamos que en los últimos años se han perdido 830.000 puestos de trabajo.

Chalmers dice que el impacto del EPA y la apertura total de la economía haitiana a importaciones extranjeras no va a golpear solamente al sector agrícola sino a todas las posibilidades de desarrollo del país.

“Los EPAs producirán múltiples golpes a las economías de países pobres como Haití. Afectarán gravemente al presupuesto pues la eliminación de aranceles a la importación reducirá la disponibilidad de recursos que necesita cada estado para financiar el desarrollo y los servicios públicos. Así se creará una mayor dependencia de las Instituciones Financieras Internacionales.”

Hasta hace poco el gobierno de Haití ha tenido poco interés en las negociaciones del EPA y delegaba en el organismo regional CARICOM (del cual es uno de los 15 miembros) las negociaciones en su nombre. En unas de las pocas declaraciones públicas sobre el proceso del EPA, a fines de abril en una reunión convocada por la Organización de Desarrollo Industrial de Naciones Unidas, el Ministro de Comercio e Industria, Maguy Durc, pareció aceptar el EPA declarando: “Ha llegado el momento para que nos pongamos a trabajar, para evaluar nuestras fortalezas y debilidades, y en particular aceptar la competencia de las empresas regionales y europeas, y especialmente los requisitos de compromisos recíprocos”.

Con el gobierno de Haití dependiente de créditos y subvenciones de las Instituciones Financieras Internacionales, otorgados con la condición de que el gobierno se abstenga de erigir barreras de protección comercial, parece poco probable que los activistas anti-EPA puedan detener el proceso.

Sin embargo, mientras el plazo propuesto para el 31 de diciembre se acerca, el fracaso de los negociadores comerciales europeos y caribeños en ponerse de acuerdo sobre varios temas de principios y de detalles, a pesar de los años que llevan las discusiones, ha ensombrecido al EPA. Los activistas haitianos esperan que se prolongue para tener más tiempo para presionar a su gobierno a que reconsidere las implicaciones del acuerdo.

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Remitido como un servicio del Grupo de Apoyo a Haití – solidaridad con la lucha del pueblo haitiano por los derechos humanos, una democracia participativa, y un desarrollo equitativo – desde 1992.

Web site: www.haitisupport.gn.apc.org


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PAPDA and other Jubilee South members in Haiti are mobilizing throughout this week, making the links between Debt, IFIs, Trade, and Privatizations The impact of the proposed EPA between the European Union and 16 Caribbean nations would have a particularly devastating impact on the agricultural majority of the country’s already impoverished population. Debt cancellation reparation of the historical, social, and ecological debts owed to the people of Haiti­ would go much further toward meeting the fundamental human and environmental rights of the Haitian people.

HAITI: Standing up to the EPA threat
By Charles Arthur
(LAP, 17 October 2007)

Rights groups urge government to back out of trade pact with European Union.

Latin America Press (LAP) is produced by Noticias Aliadas - Independent information, from Latin America & the Caribbean, for the world.
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Haitian development and human rights organizations are campaigning against the signing of a new trade relationship with the European Union (EU) that they say will strike a further blow against the country’s already ailing economy.

An Economic Partnership Agreement (EPA) between the EU and the 16 Caribbean nations grouped together as Cariforum is due to be signed by the end of this year.

The Haitian government has indicated that it is ready to sign, but Haitian organizations, including those representing peasant farmers, say the agreement ” which will eliminate tariffs on goods traded between signatory nations” will destroy the country’s agricultural sector, which provides a livelihood for around two-thirds of the country’s 8 million people.

Campaigners stress that the Haitian economy needs more protection, not less.

The EU has been negotiating these trade agreements for five years with groups of mostly former European colonies in Africa, the Caribbean and Asia. The EPAs are set to replace the existing trade structure, the Cotonou Convention that expires on Dec. 31 of this year. EU negotiators state that the agreements will help these countries to develop their economies, many of which rely on basic commodity exports, and will help foster regional markets by attracting foreign investment.

But a newly-formed coalition of nine Haitian organizations and networks, Bare APE in Creole, or Block the EPA, disagrees. On Sept. 26, the coalition, which includes the Tèt Kole peasant movement and the Platform to Advocate for Alternative Development, launched a campaign of demonstrations, workshops, and meetings with government entities and international organizations.

This mobilization will allow various sectors of our nation to continue to consider the best ways to arrive at an alternative, sustainable development by protecting the vital sectors of national production, and to prevent the European Union from mortgaging this country’s chances of development, the coalition said in a statement on the eve of the campaign launch.

One of the driving forces behind the campaign is Camille Chalmers, director of the Platform to Advocate for Alternative Development. He points to the case of rice, the staple diet of the vast majority of Haitians, stating that the reduction of protective tariffs on imported rice and the absence of state support for rice farmers over recent decades have already taken their toll.

Haiti was self-sufficient in food until 1972. In 1985 we produced 123,000 metric tons of rice, but the latest figures for 2006 indicate we produced just 76,000 metric tons and imported 342,000 metric tons, he said. “We have the most outrageous situation. Haiti, the poorest country on the American continent, is one of the top four importers of rice from the United States. If the trend continues, we will witness the disappearance of rice production, and 120,000 people will become unemployed.”

Another critic of the proposed EPA is Jean-Baptiste Charles, the director of the dairy production program of the Veterimed organization that helps peasant farmers to improve production. Veterimed’s dairy production program has revitalized milk production, but Charles laments the fact that theoretically we have enough milk to supply national demand, yet we are continuing to import milk to the cost of around US$30million a year.

Charles says his organization sees the industrialized countries subsidizing their producers and then their cheaper products invade the markets of countries like Haiti. The result is that Haitian farmers are forced out of business.

“We see four basic areas of Haitian agricultural production: sugar cane, rice, chickens, and chicken eggs and over recent years we estimate that 830,000 jobs have been lost.”

Chalmers says the impact of the EPA and the total opening of the Haitian economy to foreign imports will hit not just the agricultural sector but the whole country’s chances of development.

The EPAs will deliver multiple blows to the economies of poor countries like Haiti. There will be a budgetary blow because the elimination of import tariffs will reduce the resources that each state needs to finance development and public services, thus creating an even greater dependence on the international finance institutions.

The Haitian government itself has taken little interest in the EPA negotiation process and until recently had mandated the CARICOM regional body (of which it is one of the 15 members) to negotiate on its behalf. In one of the few public statements about the EPA process, in late April at a meeting convened by the United Nations Industrial Development Organization, the Minister of Commerce and Industry, Maguy Durc, appeared to embrace the EPA, stating:”The moment has come for us to set to work, to evaluate our strengths and weaknesses, and in particular to face up to the competition from regional and European companies, and especially the requirements of reciprocal engagements.”

With the Haitian government dependent on loans and grants from international finance institutions that are, in turn, disbursed on condition that the government refrains from erecting protective trade barriers, there appears little likelihood that the anti-EPA campaigners can stop the process.
However, as the Dec. 31 deadline approaches, the failure of European and Caribbean trade negotiators to agree on many matters of principle and detail, despite years of discussion, has cast a shadow over the EPA. The Haitian campaigners will be hoping for more time to pressure their government to reconsider the agreement implications.

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