Conclusiones de la Comisión de estrategia sobre energía, infraestructura y financiamiento

VI Encuentro Hemisférico de Lucha contra el Libre Comercio y por la Integración de los Pueblos, La Habana, Cuba – 3 al 5 de mayo de 2007

Conclusiones de la Comisión de estrategia sobre energía, infraestructura y financiamiento

La Comisión tomó como punto de partida los documentos resolutivos que sobre estas materias se aprobaron en la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos en Cochabamba, Bolivia, realizó una discusión y se concentró en los aspectos relativos a la estrategia propiamente dichos.

Luego de un amplio debate sobre las iniciativas oficiales en curso en estas temáticas, se llegó a la conclusión de que para poder desarrollar una estrategia contrahegemónica, debemos partir de la definición de otros modelos de desarrollo que respondan a nuevas pautas de producción y de consumo para garantizar una economía centrada en el ser humano y en su medio natural, fundamentada en la ética de sustentabilidad de la vida donde se consume lo necesario y suficiente. Es decir un sistema económico inseparable de lo social, lo cultural, lo simbólico y lo espritual, para todas y todos. A partir de esta definición hablamos de lineamientos generales para construir una estrategia en materia de energía, infraestructura y financiación, caracterizada por:

El rechazo y la construcción, precisando nuestros argumentos.
Expresamos nuestro rechazo a:

Las formas de generar energía a costa de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos,
especialmente de los pueblos originarios, campesinas y campesinos.
Al modelo de consumo irracional de energía basado en combustibles fósiles o hidroeléctricas a través de megaproyectos que generalmente tienen efectos nocivos sobre el medio ambiente y causan el desplazamiento de poblaciones y la expropiación de las tierras de campesinas, campesinos y de los pueblos indígenas.
Las iniciativas de integración en infraestructura, como el IIRSA y el Plan Puebla Panamá, que no integran realmente a nuestros pueblos y que sirven sólo para facilitar la extracción de nuestros bienes naturales.
El financiamiento con condicionalidades que entre otros, impulsa la privatización de la responsabilidad del Estado y la consolidación del sistema de dominación vigente.
Frente a ello queremos construir:

Un sistema de energía verdaderamente limpia, como la solar o aeólica, que parte del ahorro de su consumo, que incluya mecanismos de control social de estos servicios que son bienes públicos y que establezca tarifas sociales.
La integración de los pueblos de América, fortaleciendo los caminos rurales y la conexión aérea necesaria para poder comunicarnos mejor.
La voluntad política para realizar una auditoría integral de la deuda pública y de las instituciones financieras internacionales (IFIs), avanzar en el camino del repudio y no pago de las deudas ilegítimas y odiosas así como también en la creación de instituciones financieras internacionales propias en la región, como esperamos sea el Banco del Sur, que garanticen nuestra soberanía e independencia económica en función de un desarrollo solidario, igualitario e incluyente, basado en la participación y control de los pueblos y la plena vigencia de nuestros derechos humanos.


Una evaluación de los resultados hasta ahora logrados por los procesos de lucha de los movimientos y organizaciones sociales, incluyendo las crisis de las IFIs y el colapso del Consenso de Washington, asimismo, la aparición de gobiernos en la región que expresan la voluntad de transformaciones contrahegemónicas con relación a estos temas.


Delimitar nuestro objetivo que es aprovechar el escenario político actual para garantizar un nuevo marco normativo e institucional que responda al goce de los derechos humanos de los pueblos.



Afinar el objetivo de nuestras acciones estratégicas conforme a los distintos escenarios de resistencia y alternativas, como:
El gobierno de Bush
El gobierno de Brasil
Los gobiernos de Cuba y Venezuela
La cumbre de presidentes del Mercosur
Las IFIS, etc.


Preparar nuestras fuerzas y establecer las alianzas necesarias, lo que implica:
Articularnos todos los movimientos sociales de América que están luchando por que se acabe la dominación de nuestros pueblos y por lograr la justicia económica y social en nuestro continente.
Diseñar una línea política acertada que nos aleje de las deviaciones, tanto como el pragmatismo que nos hace renunciar a nuestras banderas como el infantilismo que no nos permite tener flexibilidad en la táctica.
Acercamiento a las instituciones gubernamentales cercanas para la lucha contrahegemónica sin olvidar nuestra identidad y autonomía como movimientos sociales.


Evaluar las fuerzas de los adversarios. Es necesario preguntarse quienes están impulsando estas iniciativas de profundización de la dominación vigente. Evaluar a las transnacionales, medios de comunicación, partidos políticos, elites nacionales, etc. Precisamos un mapa de actores que nos permita identificar con claridad los mandatos, intereses y recursos de nuestros adversarios.


Organizar algunas acciones como:



• Auditorías integrales de las deudas públicas, incluyendo su impacto en la generación de deudas ecológicas, sociales, culturales y de género, que deben ser restituídas y reparadas a los pueblos de la regíon.

• Promover encuentros de los movimientos sociales en nuestros países, así como en conjunto con los gobiernos progresistas aliados.

• Establecer vocerías por países que divulgen con fuerza las amenazas de las iniciativas energéticas, de infraestructura y financiamiento hegemónicas, y nuestras propuestas alternativas.

• Elaborar alternativas técnico-políticas para incidir desde la investigación en nuevas formas de integración.

• Fortalecer los observatorios de estos temas para crear un sistema de información que permita el control social y la movilización.

• Sumarnos al rechazo a la continuidad en la presidencia del Banco Mundial de Paul Wolfowitz.

• Demandar la apertura de los archivos del Banco Mundial, el BID y el FMI.

• Movilizarnos continentalmente en la Semanda de Acción Global contra la Deuda y las IFIs, del 14 al 21 de octubre de 2007.