martes, 6 de marzo de 2007

Fuera Bush de América Latina

BUSH, PRESIDENTE DE LA GUERRA Y EL SAQUEO, DE AMÉRICA LATINA! LA MILITARIZACIÓN Y EL “LIBRE COMERCIO” NO SON BIENVENIDOS

La visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Uruguay,
Brasil, Colombia, Guatemala y México representa una ofensa y una amenaza
para todos los pueblos de América Latina; significa que el imperio del
Norte coloca de nuevo toda su atención en nuestro continente para
impulsar sus planes militares y de saqueo de nuestras naciones.

Durante su administración, Bush ha vuelto a colocar al mundo bajo el
terror de la guerra, con el pretexto de combatir al “terrorismo”; no
conforme con provocar decenas de miles de muertes, incluyendo a miles de
estadounidenses, al ocupar y destruir Afganistán e Irak, ahora amenaza
con atacar a Irán o Korea nuevamente con el pretexto de la existencia de
supuestas armas de destrucción masiva, como si no hubiese sido
evidenciada esa mentira en la invasión a Irak y como si el mundo
aceptara que Estados Unidos debe poseer un monopolio del terror nuclear.
Junto a su guerrerismo el gobierno de Estados Unidos es además, no el
“paladín” de los derechos humanos, sino su principal violador, incluso
en su propio país.

En nuestro continente, la estrategia de militarización también intenta
avanzar con el pretexto de la colaboración en el combate al narcotráfico
y de la “seguridad nacional” compartida (la de Estados Unidos). Con el
entrenamiento y asesoría a ejércitos latinoamericanos, con la
participación directa de efectivos norteamericanos en países como
Colombia, con el mantenimiento e intento de expansión de bases militares
en distintos países, con acuerdos de “seguridad” compartida como la que
se avanza en el Área para la Seguridad y la Prosperidad de América del
Norte (ASPAN), los “halcones” de Washington buscan subordinar a su
doctrina de “seguridad nacional” a las fuerzas armadas del continente,
con la colaboración de algunos gobiernos sumisos. Y la amenaza de la
intervención militar de Estados Unidos está siempre presente para ser
esgrimida contra los países que se atreven a defender su
autodeterminación, como Cuba, Venezuela y Bolivia.

Pero el objetivo de la guerra, además de los jugosos negocios que
representa para la industria militar, también es el de intimidar a los
países que cada vez mas deciden por su soberanía y autodeterminación
como es el caso de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Es el de
adueñarse de territorios, de recursos naturales, de recursos
estratégicos como el petróleo, el gas y el agua, de garantizar la
hegemonía de las grandes corporaciones norteamericanas en el mercado
mundial. En nuestro continente, el instrumento preferido de penetración
y de afirmación de su hegemonía ha sido los procesos de endeudamiento
provocados, los ajustes estructurales y las privatizaciones impuestas
desde las Instituciones Financieras Internacionales que ellos dominan y
el mal llamado “libre comercio”. El “libre comercio” en realidad es el
nombre que las grandes corporaciones han puesto a su libertad para
saquear y dominar nuestros países; sólo ha significado la profundización
de las desigualdades, la pérdida de soberanía, el empobrecimiento
extremo de la población y el crecimiento de la migración. Después de
fracasar en su intento por imponer el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), el gobierno de Bush ha buscado la proliferación de
tratados de libre comercio bilaterales o subregionales junto con
acuerdos de protección a las inversiones extranjeras para avanzar en la
práctica en su proyecto de integración subordinada y ahora insiste en
ellos también para intentar aislar a los países sudamericanos que se han
atrevido a marcar un camino distinto.

Empantanado en el medio oriente con su fracaso en Iraq, la gira de Bush
por América Latina busca abrirle al imperio nuevos escenarios y relanzar
- en lo que sigue considerando su traspatio-, su estrategia regional de
militarización subordinada de América Latina a la política de seguridad
de Estados Unidos, de control de recursos naturales estratégicos y de
hegemonía económica y comercial. En Uruguay y Brasil, Bush busca además
meter la cuña en el MERCOSUR, presionar y chantajear a los gobiernos de
esos países para socavar las posibilidades de un bloque de integración
del Sur alternativo y alejado de la hegemonía norteamericana, además de
intentar distanciarlos de los países más avanzados en ese proceso:
Venezuela y Bolivia. En Colombia, Guatemala y México, Bush persigue
abrir aún más a los gobiernos “aliados” de esos países a la penetración
de las corporaciones y mercancías de Estados Unidos, y alinearlos al
papel de puntas de lanza contra el proceso de liberación que se viene
desarrollando en América del Sur.

Los pueblos de América Latina debemos rechazar la visita de Bush, de
este personaje siniestro, señor de la guerra y el saqueo; lo declaramos
persona no grata en nuestras tierras. Así como Bush debió salir con la
cola entre las patas en la Cumbre de Mar del Plata, en la que naufragó
su proyecto del ALCA por la resistencia digna de los pueblos, así hoy
nos movilizamos en Uruguay, Brasil, Colombia, Guatemala, México y toda
América Latina para rechazar la presencia amenazadora y ofensiva del
representante del imperio del terror, para decir no más militarización y
“libre comercio”, para exigir respeto a la autodeterminación de los
pueblos, para defender una integración independiente y anti-neoliberal
de las naciones del sur, para gritar ¡fuera Bush!

¡NI GUERRA NI LIBRE COMERCIO!

¡POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE, JUSTA Y SOLIDARIA!

Alianza Social Continental
7 de marzo de 2007
www.asc-hsa.org

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